La primera vez que hice esta receta, acababa de independizarme y sentía como si fuese a examinarme de algo. Qué nervios! Aquello de medir todo con el vasito de yogur me parecía super divertido.
Salió riquísimo! Porque es la típica receta para comenzar con la repostería, que es fácil y segura.
Luego se convierte sin remedio en un básico, para las meriendas y los fines de semana.
Consejos nutricionales:
Las recetas de repostería en general, tienen dos principales inconvenientes:
- azúcar
- harina
El resto, huevos, yogur, aceite, son alimentos que deben estar presentes en nuestra dieta a diario. Siempre procurando que sean de primera calidad y ecológicos.
Yo suelo sustituir el azúcar por eritritol, un edulcorante natural que tiene prácticamente el mismo sabor, aunque te recomiendo probarlo antes en un café, por ejemplo, para saber qué cantidad te gusta poner.
Ingredientes:
- 1 Yogur natural (puede ser también un yogur de sabor limón)
- 1 medida del yogur de aceite de girasol
- 2 veces la medida del yogur de azúcar
- 3 veces la medida del yogur de harina de repostería
- 3 huevos
- 1/2 sobre de levadura
- ralladura de limón
- mantequilla para el molde
Preparación:
En un bol ponemos el contenido de un vasito de yogur –yo lo prefiero natural pero también podéis hacerlo con yogur sabor limón– y añadimos tres huevos, una medida de aceite de girasol y dos medidas de azúcar. Batimos bien.
Por otro lado, mezclamos la harina -3 medidas del vasito de yogur- con la levadura y removemos para que se distribuya de modo homogéneo. Ayudados de las varillas, vamos incorporando poco a poco la harina sobre el bol con el resto de ingredientes, dejando que se forme una masa mientras batimos y añadimos la harina según se va incorporando. Si queréis que vuestro bizcocho tenga más sabor cítrico, podéis añadir la ralladura de un limón.
Entre tanto, habremos precalentado el horno a 180ºC durante unos diez minutos y habremos untado con mantequilla un molde de bizcocho. Ya solo falta volcar la masa en nuestro molde y dejar que se hornee sin abrir la puerta del horno durante 35 minutos. Es importante no abrir para que no baje la temperatura en el interior del horno y no caiga nuestro bizcocho.
Transcurridos 30 minutos podemos abrir rápidamente y verificar el punto de cocción metiendo una brocheta de madera en la masa para comprobar si sale limpia o sucia. En el primer caso, nuestro bizcocho estará listo. Si sale algo sucia, esperamos otros cinco minutos y después apagamos el horno.